La muerte de diez supuestos mercenarios colombianos que hacían parte del ejército reclutado por el dictador libio Muamar el Gadafi, para defenderse de la ofensiva rebelde, puso de nuevo en la palestra pública el tema de los mercenarios colombianos en el exterior.
Ese negocio, que crece todos los días y se convierte en una fuente de ingresos para militares colombianos retirados que ofrecen sus destrezas al mejor postor, se promociona a través de las redes sociales por medio de la compañía Blackwater o Xe Services LLC, una empresa privada estadounidense que presta servicios militares de seguridad, fundada por el magnate Erik Prince.
EL COLOMBIANO tuvo contacto con un militar que hoy presta sus servicios en Emiratos Árabes Unidos. Jacobo* reveló detalles sobre la forma en que llegó a ese país.
Aunque él ya conocía casos de militares que viajaban a Irak, Afganistán y otros países árabes, Jacobo conoció la convocatoria por un amigo militar. Según Jacobo, Blackwater maneja su proyecto en Colombia bajo el nombre de Thor.
Este diario investigó cuál es la finalidad del proyecto y descubrió que Thor tiene un grupo en Facebook llamado "Thor Colombia", desde donde se accede a un link que muestra la convocatoria dirigida a "oficiales, suboficiales y soldados profesionales entre 25 a 43 años".
Después de conocer los detalles, Jacobo viajó a Bogotá y presentó múltiples pruebas que exigían conocimiento militar. "Llenaba los requisitos y los cumplía mejor que nadie", recuerda.
La oficina en la que se recibe la documentación en Bogotá está ubicada en la carrera 21 #37-60. Allí, según Jacobo, se realizan también las pruebas físicas, los exámenes médicos e incluso pruebas con armas.
Al ser consultado sobre el tema, el Ejército Nacional indica en un comunicado de tres puntos que "no es política institucional auspiciar empresas, facilitar instalaciones o participar en entrenamientos de contratistas que presten servicios de seguridad en otras naciones", y afirma que ordenó una investigación sobre la utilización de instalaciones militares para el supuesto entrenamiento de contratistas de seguridad, "con el propósito de determinar la época, el lugar de los eventos y si se constituyen, en sí mismos, en delitos, faltas disciplinarias o administrativas".
Más del proceso
Jacobo confirmó que cumplía los requisitos y luego tuvo que esperar. "Se necesitan visas -dice-. Ellos hacen todo, usted sólo necesita el pasaporte".
Para verificar esa información, llamamos a los números que aparecen en la convocatoria de la empresa y, efectivamente, una voz al teléfono asegura que si se cumplen los requisitos y se pasan las pruebas, "no te preocupes por el tema de visado que nosotros nos encargamos".
Jacobo relata el procedimiento que siguió cuando resultó apto para viajar: "te reciben en el aeropuerto y después viajas al área de trabajo. La perspectiva es diferente a lo que uno se encuentra. Pero no es malo ni es mucha la diferencia".
Aún no enfrenta situaciones reales. Está en prácticas. Dice que son cientos los colombianos metidos "en esto".
En el grupo de Facebook llamado "Thor Colombia" se pueden observar varias personas interesadas. Algunas dicen ser retiradas del Ejército y otras aseguran estar activas y en búsqueda de información para postularse.
Jacobo comenzó ganándose 85 dólares diarios. El dato coincide con las condiciones de la convocatoria enmarcadas bajo el punto de proyecto laboral y salario. Ahora, Jacobo gana más de 100 dólares al día.
Narra que los intermediarios se quedan con un tercio "más o menos de los salarios" y que los militares que más ganan llegan a los 160 dólares.
¿Es un delito?
Al parecer, el entrenamiento de mercenarios en Colombia no sería un delito porque el país no hace parte del grupo de los 32 Estados signatarios de la convención de Naciones Unidas contra el reclutamiento, la utilización, la financiación y el entrenamiento de mercenarios.
El Gobierno Nacional reconoce que no hace parte de la Convención porque considera que la normativa nacional regula suficientemente el tema en el Estatuto de Vigilancia y Seguridad Privada (Decreto 356 de 1994) pero hoy se discuten tres iniciativas para regular a las Empresas Militares y de Seguridad Privadas. Estas son señaladas de usar mercenarios en distintos países y conflictos del mundo, afectando, a su vez, el derecho a la libre determinación de los pueblos en algunas situaciones.
Esas iniciativas son el Documento Montreux (impulsado por el Comité Internacional de la Cruz Roja), el Código Internacional de Conducta para Proveedores de Servicios de Seguridad Privada (impulsado por Estados Unidos, Reino Unido, Suiza y las empresas del sector seguridad en el mundo), y un proyecto de convención sobre el tema promovido por el Grupo de Trabajo sobre la Utilización de Mercenarios del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas.
Sobre los mercenarios que murieron en Libia, Jacobo dice que no tenían nada que ver con Blackwater y el proyecto Thor y que, supuestamente, eran exintegrantes de las Farc.
Mientras tanto, el embajador de Colombia en Egipto, Mario Iguarán, pide a la representación Libia en El Cairo informes sobre la supuesta ejecución de los diez colombianos mercenarios.
Jacobo asegura que el negocio se expande por todo el mundo y que en Colombia "apenas se abre el mercado". Él es uno de los cientos que se estrenan en ese medio, el de los mercenarios.
FUENTE: www.elcolombiano.com