Empresas de seguridad privada violan Ley Laboral
Del total de las demandas interpuestas ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje en contra de empresas de seguridad privada, más de 60 por ciento se deben a que los hombres que trabajan en el resguardo de comercios, oficinas y zonas residenciales no cuentan con seguro de vida o gastos médicos.
En Michoacán existen alrededor de 45 corporaciones que ofrecen servicios de monitoreo, alarma y seguridad privada, y la mayoría no otorga afiliación al Seguro Social a sus trabajadores.
Expone su vida y lo regañan
El pasado 14 de marzo “Carlos”, quien se desempeña como vigilante de una importante empresa de la cual se omite su nombre, estaba en la caseta de vigilancia de la misma, cuando por la noche una empleada le pidió que la escoltara a su auto para irse a su casa, él la acompaño pues lo consideró dentro de sus funciones.
Al salir de la propiedad dos sujetos a bordo de un taxi intentaron asaltar a la mujer, momento en el que “Carlos” les exigió que la dejaran en paz.
En su frustración los asaltantes decidieron huir del lugar pero antes de partir arrollaron al velador, quien logró esquivar la unidad, sin embargo, esta le alcanzó a lastimar la pierna derecha. Al día siguiente el cuidador le reportó lo sucedido a su superior quien le contestó que él no debió dejar en ningún momento su puesto y que la empresa no se haría responsable de los gastos que generaran sus cuidados, al preguntar “Carlos” sobre su seguro, le informaron que este únicamente se tramitaría cuando acumulara tres meses de trabajo en la compañía de seguridad y al momento del percance solo llevaba dos.
Renuncian porque jefes los descansan sin sueldo
Hugo González trabajó como guardia de seguridad en un bar ubicado en la calle El Nigromante, del Centro de Morelia. Durante un altercado con un cliente que se negó a pagar este lo empujó y cayó de un escalón, lo que le causó un esguince en la pierna izquierda.
Ante ello, relató a este medio: “Me ordenaron que le cobrara la cuenta al tipo que, según, no había pedido tanto de tomar pero ya estaba bien borracho, yo llegué a la salita VIP y le pedí que por favor liquidara su consumo o llamaríamos a la Policía para que se lo llevaran; el tipo se molestó y lo tomó como una amenaza y comenzamos a forcejear, y en eso quise dar un paso hacia atrás para separarme y no vi que había un escalón, quise pisar, pero solo sentí cómo se me torció el pie”.
Esa noche un mesero del bar lo llevó a un nosocomio particular cercano a la plaza del Carmen, donde después de realizarle una radiografía se confirmó lo que temía, había sufrido una pequeña pero dolorosa fisura en un hueso.
Hugo regresó con el propietario del bar y le informó que se había lastimado a causa del altercado.
“Me dijo que me tomara unos días libres y que ya cuando me sintiera mejor regresara, me descansó dos semanas, sin sueldo, y yo tuve que pagar mis gasto médicos, la consulta, la radiografía, las muletas, los medicamentos, todo, cuando me pidió que regresara para seguir chambeando decidí renunciar”.
FUENTE:Diario Provincia