Pocas compañias podrían beneficiarse con la inseguridad que vive México, pero una de ellas es la empresa de seguridad privada Multisistemas, la cual en 2010 tuvo un crecimiento en sus ingresos de 25% en comparación con 2009.

 Multisismteas ocupa la posición 429 del ranking de Las 500 empresas más Importantes de México.

Alejandro Desfassiaux, director general de la compañía, considera que el crecimiento de la firma se entiende, en parte, porque la situación de inseguridad está generando un cambio en la conciencia de sus clientes, pues se está pasando de una seguridad reactiva a una preventiva.

"Esto nos obligó, en 2010, a invertir casi 4 millones de dólares (mdd), adicionales a los 3 millones que ya estaban presupuestados; estamos hablando de que el año pasado invertimos cerca de 7 mdd para promover procesos de seguridad preventiva, 120% más que en 2008", dice.

"Esa ‘conciencia' mayor va a beneficiar a las empresas que operan con estándares de calidad altos", agrega convencido Desfassiaux, quien también es dirigente del Consejo Nacional de Seguridad Privada, en el que están agrupadas alrededor de 200 empresas.

Lo que es un hecho es que la demanda de seguridad sigue en aumento.

"Tan sólo en Tamaulipas se crearon 800 plazas de guardias de seguridad personal, sólo en 2010", dice José Luis Rojo, dirigente de la Asociación Nacional de la Industria de la Seguridad (Anainse).

Pese al jugoso negocio, "los jugadores son los mismos. No hay nuevos en las grandes ligas", dice el director de Multisistemas. La mayoría de las emrpesas de seguridad privada que se han mantenido, cerca de 8,000, son extranjeras. "Al menos 90% son trasnacionales y 10% locales".

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Uno de los deberes pendientes del actual gobierno nacional es la política minera. Por alguna razón, que no resulta precisamente enaltecedora, la vergonzosa entrega del patrimonio mineral de la Argentina ha continuado prácticamente sin cambio desde la época del menemismo, gestor y responsable de la Ley que favorece a las grandes empresas trasnacionales.

El problema, aunque los organismos nacionales lo minimicen, es muy serio y geográficamente extendido a lo largo del país; en algunos casos con discutibles acuerdos que permiten a las compañías operar como entidades ajenas a las leyes y reglamentos del país. Los ejemplos son múltiples y sería difícil englobarlos en un comentario, pero no caben dudas de la tendencia que tienen los grandes operadores de convertir sus concesiones en cotos cerrados, una circunstancia que ya ha causado muchas controversias y hasta llegado a generar violencia.

En algunos casos esa tendencia exacerbada a la dominación y vigilancia es francamente alarmante, no sólo por los hechos que ha generado -en los que ha llegado a haber heridos graves-, sino también por la índole misma de los participantes del bando empresarial. Ahora, una noticia filtrada por los circuitos de prensa alternativa -los grandes medios rara vez se hacen eco de estos sucesos- dio cuenta de que un ex integrante del tristemente famoso Batallón 601, Rubén Osvaldo Bufano, ha sido desde el año 2006 coordinador de las tareas de seguridad privada de la Barrick Gold, en el yacimiento Veladero, en la provincia de San Juan. La noticia, que ha sido confirmada por fuentes sindicales y profesionales de aquella provincia, recuerda que Bufano está acusado de ser uno de los responsables del secuestro y desaparición del escritor Haroldo Conti. También está sindicado de haber participado en la llamada Masacre de Fátima, en Pilar, provincia de Buenos Aires.

Según los datos obrantes en la causa, Bufano se hizo pasar por perseguido y pidió ayuda a Conti y, cuando estuvo seguro, lo entregó a los represores quienes, en ese mismo momento, saquearon en la casa todo cuanto pudieron. Como una forma de justificación plena de hipocresía dijo en un reportaje que le hiciera años atrás el diario de Cuyo: "En seguridad y en inteligencia, a mí el Ejército argentino me formó muy bien. Yo le debo todo lo que sé, le debo toda mi vida. Renegar de ese pasado sería renegar de mi vida". Bufano habría llegado a la provincia por mediación del ex funcionario Jorge Escobar, y fundó una empresa de seguridad beneficiada por el gobierno. 

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Azucena Vargas Linares, quien se desempeñaba como elemento de seguridad privada de la empresa Eulen de Seguridad Privada S. A de C. V., asignada a revisora de equipaje y personas en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), se le aplicó la medida cautelar de arraigo por 40 días.

De acuerdo con la información proporcionada por la Procuraduría General de la República, la mujer es considerada probable responsable de la comisión de los delitos de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita.

A solicitud de la Siedo, se obtuvo de un Juez Federal Penal Especializado en Cateos, Arraigos e Intervención de Comunicaciones, la medida cautelar de arraigo por 40 días contra Azucena Vargas Linares.

Añade la PGR que como parte de la investigación que integra el representante social de la federación se cuenta con indicios de que aprovechando sus funciones como empleada de seguridad en el AICM, la indiciada colaboraba para que se cometiera el delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita en la modalidad de transportación de México hacia el extranjero, al no realizar la revisión correspondiente del equipaje de personas que trasladan grandes cantidades de dólares en efectivo, con destino a Sudamérica.

En cumplimiento de la orden de arraigo, la inculpada fue ingresada al Centro de Investigaciones Federales, con la finalidad de recabar mayores elementos de prueba que permitan perfeccionar la indagatoria que se integra en su contra.

 

FUENTE: www.radioformula.com.mx

Un guardia de seguridad privada falleció instantáneamente   tras dispararse en forma accidental un tiro en la cabeza. El hecho se registró en la mañana de ayer en el interior del edificio Espíritu Santo, ubicado en la intersección de las avenidas Santa Teresa y Denis Roa, del barrio San Jorge de la ciudad de Asunción, informaron fuentes policiales.

La víctima fatal fue identificada como José Maximiliano Sosa Franco (20), quien vivía en Florencio Villamayor y Paraguarí del barrio Ricardo Brugada.

Fidel Rodas Cáceres, testigo del hecho, relató que alrededor de las 11:30, Sosa Franco estaba sentado  sobre un banquillo en la recepción del  edificio, con su revólver calibre 38 en la mano. “Aparentemente el custodio estaba jugando con su arma”, señalaron.

En un momento dado se escuchó la detonación del arma, cuando miraron para ver lo que había pasado vieron al guardia caer al piso, ya sin signos de vida, con una herida de bala en la cabeza.

Agentes policiales y paramédicos que llegaron al lugar constataron el fallecimiento del custodio.

Tras los procedimientos judiciales, el cuerpo del guardia  fue entregado a los familiares.

 

FUENTE: www.abc.com.py