¿Está Google demasiado interesada en las claves de acceso personal a la red de los franceses o, simplemente, cometió un error? La Comisión Nacional de Informática y Libertades (CNIL), la agencia de protección de datos francesa, ha optado por la primera respuesta, y ha sancionado al gigante estadounidense con una multa de 100.000 euros. Su falta fue haber recolectado y almacenado datos privados mediante sus controvertidos coches, con los que recorre las ciudades de medio mundo para alimentar la base de datos con la que funcionan servicios como Google Maps, Google Street View y Latitude. La compañía ya ha reconocido su error, y asegura que ha dejado de recoger esos datos.
La sanción, decidida el 17 de marzo pasado y revelada por el diario Le Parisien, es el resultado de una larga pugna entre la autoridad francesa y la multinacional de Mountain View (California, EEUU), que se inició a principios de 2009. Esa pelea concluye ahora su primer capítulo con esa multa que es "récord desde 2004, cuando obtuvimos [la CNIL] el derecho a dictaminar sanciones financieras", declara Yann Padova, secretario general de la CNIL, al diario parisino.
Según reza en la deliberación oficial de la CNIL, todo el problema reside en la "base GLS", siglas de Google Localization Server (servidor de localización de Google). A esa base recurren los tres servicios estelares de geolocalización de la firma Google Maps, Google Street View y Latitude para proporcionar información a los usuarios, como la situación de amigos, y de productos o servicios.
El problema, según la CNIL, es que "hoy el enriquecimiento y las puestas al día de la base de datos proceden esencialmente de la recolección de datos captados (...) de los puntos de acceso Wi-Fi". Sólo esa recolección de datos permite a Google "optimizar los servicios de geolocalización vía redes que ofrece a sus clientes", añade la CNIL.
Así, como demostró una inspección de la CNIL en un coche de Google en mayo de 2010, la firma habría estado recabando los datos relacionados con el uso de internet de muchos usuarios. "Esos controles revelaron diversas infracciones, como la recolección de datos vía Wi-Fi sin permiso de las personas implicadas, y la captación de datos de contenido", como la dirección IP, las contraseñas, los datos de conexión y hasta el contenido de correos electrónicos, subraya la CNIL.
Por ello la agencia francesa estimaba que Google tenía la obligación de declarar esa base de datos a las autoridades y someterla a los controles previstos en la ley francesa de 1978. La primera respuesta de Google fue decir que no, puesto que el tratamiento y explotación de los datos se efectuaba fuera del territorio francés, en EEUU. Tras la inspección de la CNIL en un coche Google de Millau (centro de Francia) a mediados de 2010, la firma dijo que iba a destruir los datos recabados "por error". Pero la CNIL ha solicitado, además, copias de los ficheros que Google ha trasladado a Estados Unidos, unos datos que, de momento, no se han recibido.
Francia también ha acusado a Google de utilizar los datos recolectados por sus vehículos para "hacerse con una posición dominante en este campo".
Disculpas de Google
Tras ser revelada la multa, el máximo responsable de protección de datos de Google, Peter Fleischer, ha declarado: "Como ya dijimos, lamentamos mucho haber recolectado por error datos que circulaban por las redes Wi-Fi no protegidas". "En cuanto comprendimos lo que había pasado, paralizamos nuestros coches Street View", ha añadido.
Google ha tenido problemas con su servicio Street View en una docena de países, incluidos Estados Unidos, Reino Unido o Alemania. En España, la Agencia de Protección de Datos (AEPD) abrió en octubre un procedimiento sancionador por este caso. El buscador podría ser sancionado hasta con 2,4 millones de euros por cinco infracciones, tres de ellas muy graves y dos graves. Según el informe de la AEPD, Google acumuló en España 13 gigabytes de información, "como 6.500 volúmenes de El Quijote", aclaraba entonces a Público Artemi Rallo, director de la AEPD. Una de las sanciones es por haber transmitido datos a EEUU, tal y como reprocha ahora a Google la agencia francesa.
FUENTE: www.publico.es