Los beneficios del uso de las redes sociales, como Facebook, Twitter o LinkedIn, entre otras, son muchas, pero, ¿son seguras las redes sociales? Este artículo revela los puntos a tener en cuenta a la hora de navegar en las redes sociales.
Actualmente existen más de mil millones de usuarios de redes sociales en todo el mundo. En los últimos años, el número de internautas ha ido creciendo de modo que la pertenencia a una red social es casi algo común para todos los usuarios de Internet.
Sin embargo, y a pesar de los muchos beneficios que permiten las redes sociales, también están cambiando la forma en la que interactúan muchos individuos, y poniendo en evidencia la necesidad de prestar mayor atención a los riesgos a los que están expuestos.
Como señala en un informe publicado recientemente Mónica Arenas, del departamento legal de Alcatraz Solutions, y experta en protección de datos y redes sociales, las redes sociales son importantes canales de comunicación e interacción pero, ante la gran cantidad de información personal que los usuarios exponen en estas redes (y no sólo concerniente a su privacidad, sino también a la de sus conocidos), se hace necesario prestar atención a la protección de la misma. Esto demuestra que el binomio tecnología y privacidad del usuario debe saber combinarse con efectividad. Y es que, como se apunta en este estudio, “no podemos prescindir de nuestra privacidad como consecuencia de la implantación de nuevas tecnologías y de los cambios sociales y, mucho menos, por tener a cambio más dinero, más fama o más amigos”. En este sentido, y aunque seamos conscientes de la necesidad de tener protegidos nuestros datos, según los datos de la Memoria de 2009 de la AEPD (Agencia Española de Protección de Datos), un 56.6% de los ciudadanos cree que la protección de sus datos en Internet es baja o muy baja.
Otro de los aspectos que resalta Mónica Arenas es que existen dos grandes grupos de redes sociales: las generalistas o de ocio, que potencias las relaciones personales entre sus miembros, como es el caso de Facebook; y las profesionales, cuyo objetivo es potenciar las relaciones a nivel profesional, como LinkedIn.
Pero, ya optemos por pertenecer a un tipo de red u otra, en ambos casos siempre estaremos facilitando datos e información de índole personal que, en algunos casos, pueden suponer una amenaza para nuestra vida privada.
No obstante, hay que sopesar los pros y los contras de pertenecer a estas redes sociales y al hecho de facilitar en ellas ciertas informaciones personales. Sin duda, son muchas las ventajas y posibilidades que permiten las redes sociales a los usuarios. Y es que, más allá de ser un punto de encuentro ente internautas, las formas de interacción que han surgido han dibujado un nuevo panorama en el que el compartir gustos, aficiones, e ideologías, entre otros muchos aspectos, éstas se han convertido en una plataforma de lanzamiento de mensajes como hasta ahora nunca se había visto.
Además, como señala desde Alcatraz Solutions, Mónica Arenas, “las redes sociales suponen también un importante punto de apoyo para el reforzamiento democrático. La aplicación de las nuevas tecnologías en el proceso político (la e-democracia) incrementa el compromiso y la participación de los ciudadanos en los procesos democráticos, ya sea a través del voto electrónico, mediante las consultas populares u otros tipos de plataformas en Internet, dirigidas a conseguir firmas”. Por eso, como destaca esta responsable, el usuario de las redes sociales toma un papel más activo.
Uno de los principales riesgos de seguridad que se identifican en las redes sociales hace referencia a la información personal que los usuarios exponen en ellas y la pérdida de anonimato existente. De hecho, son muchos los casos que se han detectado de perfiles falsos o de suplantación de la identidad de otros usuarios que, en no pocas ocasiones, cometen delitos bajo un supuesto anonimato. redes sociales privacidad
Además de estos problemas, los referentes a los contenidos que se publican en las redes sociales también dejan al descubierto la necesidad de prestar atención a todo lo que compartimos y exponemos públicamente. A pesar de la legislación existente en muchos países que intenta controlar la protección de dichos contenidos con normativas sobre propiedad intelectual y derechos de autor, lo cierto es que se practica el libre intercambio de información, por lo general, de forma incontrolada. Además, como apuntan desde Alcatraz Solutions, “la búsqueda de una publicidad personalizada lleva a muchas compañías a trabajar para constituir bases de datos de los usuarios: día a día, visita tras visita, recogen nuestras costumbres, gustos, centros de interés, lugar de residencia, composición de nuestra familia…”. Pero, a todo esto hay que añadirle un nuevo problema, la información relativa a terceros ya que es muy usual ver en redes sociales que los usuarios publiquen información sobre conocidos y sin su aviso ni conocimiento.
La protección de los menores en las redes sociales
Si bien siempre hay que extremar las precauciones cuando publicamos y compartimos información en las redes sociales, este punto aún es más crítico cuando hay menos de edad implicados.
Aunque en este campo de la protección de menores existen normativas para su protección, como la Ley 1/1996 de Protección Jurídica del Menor, lo cierto es que siguen siendo el blanco de no pocos delitos informáticos y de otros peligros que aprovechan la falta de conocimientos, medidas y protección de menores y adolescentes en redes sociales y, por ende, en Internet, para vulnerar los derechos de intimidad. Por ello, es importante tener en cuenta aspectos como la información y educación de estos menores para concienciarles del buen uso de Internet y las redes sociales y cómo deben extremar las precauciones para estar protegidos ante posibles abusos.
La “cultura del dato”
Ante este panorama, no cabe duda de que cada vez más, el número de usuarios de redes sociales seguirá creciendo y que la necesidad de concienciarlos de la necesidad de prestar atención a los contenidos que en ellas publican debe extremarse cada día más.
Bien es cierto que los organismos públicos y legislativos desempeñan un papel fundamental a la hora de desarrollar y aplicar normativas que protejan el honor y la privacidad de los usuarios de las redes sociales, así como sobre sus datos pero, como señala Mónica Arenas, “dar protección eficiente a la vida privada en el ámbito de las redes sociales conlleva la necesidad de reinterpretar, adecuar y fortalecer el concepto de protección existente hasta el momento”. En este sentido, esta experta en protección de datos también alude, no sólo al uso más responsable de las redes sociales por parte de los usuarios, sino también a que los proveedores de servicios ofrezcan un mayor nivel de protección de los datos personales que tratan y un cumplimiento eficaz de los principios y derechos de la protección de dichos datos acorde con una adecuada política de privacidad.
Por tanto, usuarios y proveedores de servicios deben trabajar en este camino en el que la educación y la concienciación de los riesgos que puede conllevar para la privacidad el hecho de no proteger adecuadamente los datos se erige como aspecto clave a la hora de exponer nuestras informaciones en las redes sociales.
FUENTE: www.pcworld.com.mx