Las cámaras de seguridad de la confitería Pompei, el local que linda con la sucursal Belgrano del Banco Provincia, grabaron el capítulo final del último gran golpe boquetero: el momento en el que dos hombres suben a una camioneta blanca con bolsas de consorcio cargadas con fajos de billetes, costosos relojes y joyas de distintos tipos. Eran las 6.57 de la mañana del lunes 2 de enero. Era el final de un plan delictivo que llevó 161 días.

A dos meses y medio del espectacular robo al Bapro de la avenida Cabildo, la jueza en lo criminal María Gabriela Lanz procesó a seis de los presuntos miembros de la organización que planificaron y ejecutaron el golpe, entre ellos los dos cabecillas: Héctor Esteban Marín, de 53 años, y Roberto Sudamer Pesca Hernández, de 46.

La instrucción, que fue encabezada por el fiscal Martín Niklison, arrojó sobradas pruebas de los roles que cumplieron los presuntos autores, pero todavía no pudo determinar el destino del millonario botín.

Pese a los enormes avances que tuvo la causa en las últimas semanas –el miércoles último se entregó uno de los prófugos–, los investigadores del caso son conscientes de que será prácticamente imposible recuperar la totalidad de lo robado, aunque guardan esperanzas de hallar los más de 610 objetos de valor que desaparecieron de las 156 cajas de seguridad que fueron barreteadas por la banda.

Para ello, y teniendo en cuenta las denuncias de los damnificados, realizaron un inventario del botín que puso al descubierto el contenido de los cofres.

Según el documento al que tuvo acceso PERFIL, los boqueteros robaron 208 monedas de oro (129 mexicanos de oro, 6 monedas Krugerand y 40 libras Elizabeth, entre otras), 58 costosos relojes (14 Rolex, 8 Omega, 20 antiguos de oro y 16 de otras marcas como Bulgari, Cartier y Tisot), 110 pulseras de oro (73 esclavas y 33 con piedras preciosas e incrustaciones), 71 collares, cadenas y medallas, 25 pares de aros (11 con piedras preciosas, 7 de oro y 3 de perlas), 96 anillos (51 con esmeraldas, brillantes y rubíes), 21 prendedores y broches (6 de oro y 15 con piedras preciosas) y 17 trabacorbatas y gemelos (uno de ellos con brillantes y zafiros), entre otras cosas (ver infografía).

¿Cuánto efectivo se llevaron? Si bien algunas de las víctimas se negaron a revelar la suma que guardaban en sus cajas, la sumatoria total determinó que la banda salió del Banco con 1.809.500 pesos, 7.836.503 dólares, 205.505 euros, 15 mil reales y 1.355 libras esterlinas.

En los distintos operativos ordenados por la Justicia, la Policía logró secuestrar un porcentaje mínimo de lo robado, aunque trabó embargos millonarios y congeló las cuentas en el exterior de todos los procesados que tiene la causa. Lo que se sospecha es que el dinero fue girado a distintas cajas de ahorro que los acusados sacaron en entidades bancarias de Uruguay y Estados Unidos, entre ellas el Coconut Grove Bank de Miami, donde Marín tiene una cuenta. También creen que invirtieron el botín adquiriendo inmuebles y autos importados utilizando testaferros para no quedar al descubierto.

El relevamiento realizado por los detectives también develó que los delincuentes no contaron con el tiempo suficiente como para hacer una minuciosa selección de los elementos que terminaron cargando en las bolsas de consorcio. Es que entre los objetos sustraídos figuran cosas como un registro de conducir vencido, una cédula de identidad, una tarjeta de crédito VISA del Banco Provincia, medallas de premios de tiro al blanco, un alhajero de cuero de víbora y hasta un título de bachiller.

FUENTE: www.online-911.com