Una ciudadana española acudió a las autoridades italianas y muy acongojada reveló que había sido víctima de una violación, en cercanías a la tradicional Plaza España de Roma.

El asunto disparó las alarmas de seguridad de la ciudad, toda vez que habían recibido una denuncia similar, y porque se trata de uno de los sitios más turísticos de Italia.

Comenzaron las investigaciones y tras hallar algunas incongruencias en la declaración y no encontrar evidencias en las cámaras de seguridad, la joven supuestamente agredida confesó que había mentido para ocultar una noche de desenfreno sexual con su novio.

Qué mal que alguien sea incapaz de asumir la responsabilidad de sus actos personales y permita que se afecten la honra del joven, la política y la seguridad de un país.

 

FUENTE: www.elcolombiano.com